Sagrado Corazón de Jesús (Día 7°)

SÉPTIMO DÍA:

Continuamos con nuestras reflexiones, agradeciéndole a Dios por la oportunidad que nos da de conocer más de su Amor y su Misericordia, a través de esta hermosísima devoción, para que, conociéndolo más profundamente, podamos amarlo de una manera muchísimo más comprometida y entregada y serle, como dice la oración de consagración, más fieles de ahora en adelante.

Tercera revelación:

En lo que probablemente era el primer viernes de junio de 1674, Fiesta de Corpus Christi, tuvo Margarita la tercera gran revelación.

Una vez entre otras, escribe Santa Margarita: “que se hallaba expuesto el Santísimo Sacramento, después de sentirme retirada en mi interior por un recogimiento extraordinario de todos mis sentidos y potencias, Jesucristo mi Amado se presentó delante de mí todo resplandeciente de Gloria, con sus cinco llagas brillantes, como cinco soles y despidiendo de su sagrada humanidad rayos de luz de todas partes, pero sobre todo de su adorable pecho, que parecía un horno encendido; y, habiéndose abierto, me descubrió su amante y amable Corazón.”

Entonces, Margarita con dolor escribe lo que Jesús le explicó. Nos narra las maravillas de Su Puro Amor y hasta qué exceso había llegado Su Amor para con los hombres, de quienes no recibía sino ingratitudes. Esta aparición es más brillante que las demás: Amante apasionado, se queja del desamor de los suyos y así, Divino Mendigo, nos tiende la mano el Señor para solicitar nuestro amor.

El Señor, le pide a Margarita ciertas cosas, para reparar por todas las ofensas que el hombre, ingrato, comete en contra de ese Corazón que tanto nos ama, y nos ama hasta el extremo de haber dado la vida por cada uno.

Santa Margarita, comparte al hombre, sus experiencias místicas para hacer conocer y amar al Rey de Reyes y Señor de Señores, pero especialmente, para compartirnos el dolor inmenso que el Señor siente, por el desprecio y el poco amor que cada uno de nosotros le entregamos…

“Una vez, estando expuesto el Santísimo Sacramento, se presentó Jesucristo resplandeciente de Gloria, con sus Cinco Llagas que se presentaban como otro sol, saliendo llamaradas de todas partes de Su Sagrada Humanidad, pero sobre todo de Su Adorable Pecho que, parecía un horno encendido. Habiéndose abierto, me descubrió su Amabilísimo y Amante Corazón, que era el vivo manantial de las llamas. Entonces fue cuando me descubrió las inexplicables maravillas de su Puro Amor con que había Amado hasta el exceso a los hombres, recibiendo solamente de ellos ingratitudes y desconocimiento.”

“Eso, -le dice Jesús a Margarita- fue lo que más Me dolió de todo cuanto Sufrí en Mi Pasión, mientras que, si me correspondiesen con algo de amor, tendría por poco todo lo que Hice por ellos y, de poder ser, aún habría querido hacer más. Mas sólo frialdades y desaires tienen para todo mi afán en procurarles el bien. Al menos dame tú el gusto de suplir su ingratitud de todo cuanto te sea dado conforme a tus posibilidades.”

Ante estas palabras, Margarita solo podía expresarle al Señor su impotencia, y el profundo dolor que sentía en su pobre alma.  Él le replicó: “Toma, ahí tienes con qué suplir cuanto te falte.” Y del Corazón abierto de Jesús, salió una llamarada tan ardiente que pensó que la iba a consumir, pues quedó muy penetrada y no podía ella aguantarlo, por lo que le pidió que tuviese compasión de su debilidad.

Él le respondió: “Yo Seré tu fortaleza, nada temas, solo has de estar atenta a Mi Voz y a lo que exija de ti con el fin de prepararte para la realización de Mis Designios.”

Entonces el Señor le describió a Margarita exactamente de qué forma se iba a realizar la práctica de la devoción a Su Corazón, junto con su propósito, que era la reparación. Finalmente, Jesús mismo le avisará sobre las tentaciones que el demonio levantará para hacerla caer. El Señor, Mendigo del amor, le dirige las siguientes peticiones a la embajadora de Su Sagrado Corazón:

  • “Primeramente Me recibirás en el Santísimo Sacramento tanto como la obediencia tenga a bien permitírtelo; algunas mortificaciones y humillaciones por ello habrán de producirse y que recibirás como gajes de Mi Amor.
  • Comulgarás, además, todos los primeros viernes de mes, y en la noche del jueves al viernes, te haré participe de la mortal tristeza que quise sentir en el huerto de los Olivos, cuya tristeza te reducirá, sin que logres comprenderlo, a una especie de agonía más difícil de soportar que la muerte.
  • Para acompañarme en la humilde plegaria que elevé entonces a mi Padre, en medio de todas tus angustias, te levantarás entre las once y las doce de la noche para postrarte Conmigo durante una hora, con la cara en el suelo, tanto para apaciguar la Cólera Divina, pidiendo por los pecadores, como para endulzar de algún modo la amargura que Sentía por el abandono de Mis Apóstoles, lo cual Me llevó a reprocharles que no habían podido velar una hora Conmigo.
  • Durante esa hora harás lo que te diga. Pero, oye hija Mía, no creas a la ligera todo espíritu, ni te fíes, porque Satanás está rabiando por engañarte. Por eso, no hagas nada sin permiso de los que te guían, a fin de que, contando con la autoridad de la obediencia, él no pueda engañarte, ya que NO TIENE PODER ALGUNO SOBRE LOS OBEDIENTES.”

Margarita recibió del Señor tres armas necesarias en la lucha que debía emprender para lograr la purificación y transformación, que, en la entrega de mañana, continuaremos meditando…

MEDITACION:

El día de hoy, el Señor te dirige una mirada piadosa, para manifestarte los Tesoros de Su Corazón.  Piensa en este día: ¿Qué motivos han inducido al Señor a darnos y revelarnos Su Sagrado Corazón…?

Medita ¿cómo te Ama Él y cómo lo amas tu…?

Reflexiona sobre esto: ¿Le amas guardando su ley, procurando seguir sus inspiraciones, buscándole amigos que le quieran, ganándole almas que un día sean con Él dichosas?

¿Lo amas de la forma que le evitas injurias y menosprecios, desagraviándole por ellos?

Y hablando de tu relación con los demás, que es en realidad como puedes demostrar a Jesús de una manera concreta y frecuente que lo amas, ¿Qué haces tú por aquel padre, por aquella esposa o esposo, por aquel hermano, por aquel amigo o amiga a quien dices amar tanto? ¿cómo les hablas, como les sirves, como les contentas?

¿cómo está tu paciencia, cómo tu caridad?

Haz con ellos como harías con Jesús, y Él estará feliz con tu desempeño, como hijo de Dios.

Jesús nos dice: “Hijos Míos… déjenme llamarlos apasionadamente, con el Alma llena de deseo de verlos al pie de la Cruz…  Ansío verlos calmados y a la vez dolidos por haberme hecho morir.  No teman, no es Mi deseo acrecentar sus penas. Al contrario, quiero endulzarlas… Sólo les pido que piensen en Mí, Crucificado, Doliente, lleno de tanta Sangre Mia inocente…” (He dado Mi Vida por ti pág. 31).

Hermanos, no nos hagamos sordos ante este grito Amoroso del Corazón de Jesús. ¡Amemos al Sagrado Corazón!

“¡Tengo Sed!”- Jesús clama desde el Sagrario, como desde la Cruz! – “¡Tengo Sed de tu amor!”

OFRECIMIENTO:

1.- Ofreceremos esta Santa Corona, para pedir misericordia al Señor por el mundo entero y perdón por todos los ultrajes y sacrilegios que se cometen en contra de su Divino Corazón, y el Inmaculado Corazón de su Santísima Madre.

2.- Igualmente, lo ofreceremos pidiendo perdón por todos los pecados de omisión que en el mundo entero se cometen en contra de su divina presencia y permanencia en los altares; especialmente en aquellos donde está más abandonado, olvidado y donde hay menos oración.

3.- Por las intenciones y necesidades del Santo Padre. Por la Santa Iglesia Católica, y para que todos seamos un solo rebaño, bajo un solo Pastor. Por todos los sacerdotes e institutos de vida consagrada; para que el Señor, con la efusión de su Espíritu, los ayude a ser cada día mejores y más santos.

4.- Ofreceremos al Señor, durante este mes nuestros sacrificios, de una manera especial por nuestro Apostolado, el Instituto Stella Maris, CRUZNE, TAE y todo lo que en ellos se viene realizando, su presente y su futuro; para que todo sea y vaya con la bendición de Dios y el auxilio de Santa María de Guadalupe, Estrella de la Nueva Evangelización. Por todos sus integrantes, sus necesidades e intenciones particulares.

5.- Pediremos al Señor, por intercesión de Su Santa Madre, y a través de Su Inmaculado Corazón, que nos libre de todo mal espiritual y corporal, que seamos apartados con nuestras familias, lo más posible, de las horas de sufrimiento y de dolor, llegado el momento de la purificación. Y que Su Providencia y bendición nunca nos falten.

6.- Por todos los países donde el ANE existe; para que el Señor los guarde en su Sagrado Corazón, y no permita que el comunismo, la guerra, el ateísmo, la persecución a la Iglesia y las ideas ateas se implanten en ellos, creando miedo, crisis y confusión entre sus habitantes. De una manera muy especial te pedimos, Señor, por Estados Unidos, México, todo Centro y Sudamérica.

MANERA DE REZARLO:

1.- Recitamos (a modo de Credo) una vez, las “Aspiraciones” de San Ignacio:

Alma de Cristo, Santifícame. Cuerpo de Cristo, Sálvame. Sangre de Cristo, Embriágame. Agua del costado de Cristo, Lávame. Pasión de Cristo, Confórtame. Oh mi Buen Jesús. Óyeme. Dentro de Tus Llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del enemigo maligno, defiéndeme. A la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti, para que con los Santos te alabe, por los siglos de los siglos, Amén.

2.- En las cuentas grandes, en vez del Padre Nuestro, decimos:

Jesús, Dulce y humilde de Corazón, haz mi corazón semejante al Tuyo.

3.- En las cuentas pequeñas, en vez de los Aves Marías, se dirá diez veces:

Dulce Corazón de Jesús, se Tú mi amor.

4.- Al final de cada decena, en vez del Gloria, se dirá:

Dulce Corazón de María, sé la salvación del alma mía.

5.- Para Terminar:

Un Padre Nuestro, Un ave María y un Gloria.

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