Retiro de Adviento – 2020

Vivamos con María nuestro Adviento

BAJA AQUÍ EL RETIRO COMPLETO PARA HACER EN CASA

1) INTRODUCCIÓN AL RETIRO DE ADVIENTO 2020

OBJETIVO GENERAL DEL RETIRO: Esperamos que, lo que queda de este Adviento, nos lleve a crecer en la fe y en el amor, de forma que cada ANE-hermano, se convierta en un signo activo de la Misericordia de Dios y todos juntos, como Apostolado, nos convirtamos en portavoces de esta Buena Nueva en el mundo entero.

Pero como hemos dicho ya algunas veces antes, para realizar esto, es necesario que cada uno experimente este Amor y esta Misericordia de Dios en primera persona, a fin de que seamos todos, cada uno a su vez, un signo concreto de la cercanía y el perdón de Dios (Cfr. Misericordiae Vultus) y así podamos mostrar al mundo que, aún en los peores momentos, en los que muchos tienden a perder toda esperanza y confianza en un futuro y en un mundo mejor, Dios, si bien es cierto que la mayoría de las veces discretamente, se encuentra sin embargo Todopoderoso, Presente y Actuante entre nosotros, dispensando sus consuelos, su gracia y su omnipotente ayuda a las personas que lo buscan y en Él confían.

En este día que festejamos a Nuestra Señora del Cielo; la “Mujer Vestida de Sol, con la luna bajo los pies”; nuestra Morenita del Tepeyac; nuestra Señora de Guadalupe, le pedimos a Ella que, por su poderosa intercesión, alcancemos del Señor todas aquellas gracias que necesitamos en el alma y en el cuerpo, y a Ella, Madre nuestra, le entregamos estos momentos de oración, meditación y agradecimiento, suplicándole que sea Ella misma Quien entregue, como ofrenda a nuestro Señor, nuestro corazón con todo lo que en él se encuentra, a fin de que sea transformado para darle mayor Gloria.

2) INDICACIONES GENERALES:

La plática, meditaciones, oraciones y dinámicas, deben ser un llamado a asumir el discipulado como auténticos Apóstoles de la Nueva Evangelización, lo que implica:

1) Dejar de ser meramente “cumplidores de la Ley”; ante ese Dios que sale a nuestro encuentro en Jesús Niño, que nace en un humilde portal en Belén…

2) Dejar el ensimismamiento para encontrarlo a Él, e ir en busca de los hermanos, así como Él, todo un Dios, viene al encuentro de nosotros por Su Encarnación…

3) Dejar el egoísmo para ofrecer la propia vida por Dios a los demás, aún en los momentos difíciles o sin sentido…

4) Dejar la vanidad y la soberbia de sentirse únicos y privilegiados, para reconocer el valor de las diferencias y buscar la complementación en la comunión, siendo agentes de unión, paz y misericordia, especialmente, donde no la hay…

5) Dejar la pasividad que trata de auto-justificarse de diversas maneras, y comprometerse responsablemente en la misión: en la construcción y el fortalecimiento de la comunidad y en la transformación de la sociedad en su conjunto, a través de las Obras de Misericordia Corporales y Espirituales que se practican en el Apostolado de la Nueva Evangelización, buscando formas adecuadas de implementarlas, especialmente mientras permanezcamos en aislamiento en este tiempo de pandemia, y las diferentes circunstancias adversas que pudieran presentarse en el futuro.

3) TEMAS DE REFLEXIÓN:

Tema Principal: “Adviento: Tiempo de estar vigilantes en la oración, cimentados en la esperanza”

Subtemas a desarrollar:

+ “Cómo estar vigilantes en la oración para ir al encuentro del Señor en esta Navidad”

+ “Cómo ser agentes de caridad ACTIVA y dispensadores de esperanza, en medio de la prueba”

+ “Cómo ser agentes dispensadores de bendición”

4) MATERIAL PARA TENER DURANTE EL RETIRO

  1. a) Biblia
  2. b) Libreta o cuaderno de anotaciones
  3. c) Pluma y/o lápiz
  4. d) Un crucifijo e imagen de la Virgen de Guadalupe, así como la disposición de un lugar donde se pueda tomar el retiro y que esté apto para meditar y pasar momentos de silencio y escucha de la Palabra de Dios.

 5) ACTIVIDADES DEL RETIRO

1.- Oraciones Iniciales en grupo

2.- Momento de silencio y Oración personal

– Proyección del video (1) para comenzar con una oración cantada, pidiéndole al Señor que nos reciba y asista. https://youtu.be/wmY3udzRGNY

3.- Lectura del texto bíblico correspondiente y explicación de la introducción, para tomar consciencia de los objetivos que se pretenden lograr con este tiempo fuerte de oración y meditación.

4.- Proyección video (2) como una introducción en el tema del adviento. https://www.facebook.com/FestivalInternacionaldeCineCatolico/videos/2013959188673228/

5.- Desarrollo de la plática incluyendo los tres subtemas

6.- Video (3) para meditar al terminar la plática:  https://youtu.be/7OiQ6K6Vn2E

7.- Meditación personal con dinámica #1

8.- Breve tiempo de plenario sobre la dinámica #1

9.- Proyección del video (4) finalizando con las preguntas y respuestas: https://youtu.be/1Lju5H3ElPo

10.- Reflexión (con mensaje de la Gran Cruzada) y trabajo individual en dinámica #2.

11.- Orientaciones finales (a cargo de Francisco Rico Toro)

12.- Consagración a Jesucristo Rey del Universo y Consagración de las familias a la Santísima Virgen de Guadalupe

13.- Misa celebrada por el Padre Gerardo Leal (Monterrey).

14.- Adoración al Santísimo Sacramento

15.- Despedida

 6) RECOMENDACIONES:

1.- Las lecturas, así como los tiempos de meditación y participación, se guiarán siempre, ya que este retiro será impartido en modalidad “online”, y por tal motivo, se organizó para que el facilitador y sus colaboradores lleguen a los hermanos a través de la pantalla. monitor o dispositivo.

2.- Citas bíblicas: A lo largo de las meditaciones, se verán diversas citas bíblicas. Conviene tomarse el tiempo para buscar cada una de ellas. De esa manera habrá una mayor comprensión de los contenidos. Al ser guiadas, se les dará un tiempo a los hermanos para buscarlas, leerlas y meditarlas.

3.- Reflexiones personales: Que cada uno de los asistentes anote, en su cuaderno o libreta, lo que el Señor nos vaya inspirando en cada una de las preguntas. Poner en común –comentar— lo que se desee compartir, al momento que se indique, durante el retiro.

4.- Organización del tiempo: El retiro está previsto para una duración de 3 horas de desarrollo online, incluyendo los tiempos de Misa y Adoración al Santísimo.

7) DESARROLLO:

 I) ORACIONES PARA INICIAR EL RETIRO:

NOTA: Para proyectar en la pantalla compartiendo con los hermanos, para poder rezar todos juntos.

 a) “Recibe, ¡oh, Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que te hago en este día para que te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el Amor de mi corazón. Yo me abandono sin reservas a tus divinas operaciones y quiero ser siempre dócil a tus santas inspiraciones. ¡Oh, Espíritu Santo!, dígnate formarme con María y en María según el modelo de vuestro amado JESÚS. Gloria al Padre Creador; Gloria al Hijo Redentor; Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.

b) “Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles y llena de la divina gracia los corazones, que Tú mismo creaste. Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, el dedo de la mano de Dios; Tú, el prometido del Padre; Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra. Enciende con tu luz nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra débil carne. Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz, sé Tú mismo nuestro guía, y puestos bajo tu dirección, evitaremos todo lo nocivo. Por Ti conozcamos al Padre, y también al Hijo; y que, en Ti, Espíritu de entrambos, creamos en todo tiempo. Gloria a Dios Padre, y al Hijo que resucitó, y al Espíritu Consolador, por los siglos infinitos. Amén.Envíanos, Señor, tu Espíritu.Y renovarás la faz de la tierra.

Oremos: Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a tu Espíritu para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.

c) “¡Oh, Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único redentor nuestro.

Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todos nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores. Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y madre nuestra. Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.

Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas. Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorga abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y celosos dispensadores de los misterios de Dios.” Amén.

  II) ORACIÓN PERSONAL EN SILENCIO

Proyección del video #1   https://youtu.be/wmY3udzRGNY

Proyección del video #2   

Introducción en el tema del adviento. https://www.facebook.com/FestivalInternacionaldeCineCatolico/videos/2013959188673228/

Desarrollo de la plática incluyendo los tres subtemas

Proyección del video #3 (al terminar la plática):  https://youtu.be/7OiQ6K6Vn2E

 

CITAS BÍBLICAS PARA LA LECTURA Y MEDITACIÓN DE LA DINÁMICA:

  1. A) “Te preserva el Señor de todo mal, él guarda tu alma. Él te guarda al salir y al regresar, ahora y para siempre.” (Salmo 121,7-8).
  2. B) “Que el Dios de toda esperanza los colme de gozo y paz en el camino de la fe y haga crecer en ustedes la esperanza por el poder del Espíritu Santo.” (Romanos 15,13).
  3. C) “Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza, y la esperanza no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.” (Romanos 5,3-5).
  4. D) “Sigamos profesando nuestra esperanza sin que nada nos pueda conmover, ya que es digno de confianza aquel que se comprometió. Tratemos de superarnos el uno al otro en la forma de amar y hacer el bien” …. “Fortalezcan su corazón, sean valientes, todos los que esperan en el Señor”. (Hebreos 10,23-25; Salmo 31,25).

 Guíate, para hacer tu oración escrita, después de meditar sobre los textos con las siguientes preguntas…

  1. ¿Ha habido algún momento en que haya contradicho lo que me has revelado por una cerrazón personal o falsa creencia? ¿No es acaso apartarme de las enseñanzas de Tu Iglesia, apartarme de Ti, por creer otras cosas fuera de Tu Revelación?
  2. Señor, ¿Te he apartado de mi al no estar pendiente de Ti, escuchándote? ¿De qué forma he dejado que el maligno o lo que son de él me distraigan?
  3. ¿Hay algo que pueda o me esté estorbando para reconocer el tiempo en que estoy viviendo, la situación de mi vida si me vinieras a visitar, el momento en que vengas por mí?
  4. Señor, ¿De alguna forma, con alguna actitud o acciones pareciera que no quisiera que reines en mi vida? ¿He rechazado Tu Reinado en mi vida? ¿Será al igual que he dejado de multiplicar los dones que me has dado?
  5. Viendo a mi corazón, Tu que lo sabes todo, ¿He vivido este tiempo difícil de pandemia, sumido en una actitud cerrada, desesperanzada, desconfiando de Tu Poder y Acción? ¿He descuidado por la tristeza y pereza espiritual, mi relación Contigo y con eso, dejando que pensamientos negativos y acciones egoístas invadan mi espacio y tomen el control de mi vida, llevándome a la tristeza y desconsuelo?
  • Plenario Indicaciones: En este breve tiempo de plenario, concediéndole la palabra a tres o cuatro hermanos que compartan sus respuestas y meditaciones, a fin de enriquecer al grupo. Preguntar en el plenario, ¿Quiénes han sido los 3 grandes testigos de la venida de Jesús al mundo? Esto fue respondido en el video anterior #3.

 

Proyección del video #4 (finalizando con las preguntas y respuestas de la dinámica): https://youtu.be/1Lju5H3ElPo

 

  

Reflexión (con mensaje de la Cruzada) y trabajo individual en dinámica #2

Indicaciones:  Lee el mensaje de la Cruzada, y realiza una oración escrita a forma de ofrenda para entregar SIMBÓLICAMENTE en el momento del Ofertorio en la Santa Misa, de manera espiritual. Tu ofrenda ha de llevar lo siguiente en acciones concretas y realizables a corto o mediano plazo: a) un acto como ofrenda a Dios, b) un acto como ofrenda en beneficio del prójimo, y c) un acto como ofrenda que lleve a un cambio personal.

CM-26: “DIOS ES INTRODUCIDO EN LA HUMANIDAD A TRAVÉS DE MARÍA”

25 de marzo de 1997 (En el día de la Anunciación) Jesús

Quiero volver a hablarles de Mi Madre… Bajo la guía materna todo hijo puede llegar a crecer fuerte, vigoroso, si ha tenido vitalidad sana la madre en el momento de la concepción.

Nací de una Virgen Purísima y bajo todo aspecto sana y Santa. Tomé Su vigor físico y una vitalidad que debía representar a todos los hombres.

Todo lo debo a Mi Madre que lo fue sólo por virtud divina. Quien niega la Virginidad de María, Mi Madre, está equivocado puesto que considera imposible una creación sin concurso paterno. Sin embargo, aquel que niega la Virginidad de Mi Madre, intente añadir un puñado de tierra al globo terrestre, intente añadir una lengua de fuego al sol que lo ilumina. ¿Qué habrá logrado? Tomar un poco de tierra de un lado y ponerlo en otro; dar al sol una llama que anteriormente donó el sol… ¿Entonces?  Sucede que el hombre no haría nada de nuevo, porque se serviría de las cosas que a él le dieron. Por tanto, no crearía nada, porque tomaría de aquí y de allá y únicamente cambiaría de puesto las cosas, pero nada añadiría, nada crearía.

Y Yo que Soy el Creador, ¿podría suprimir por una vez la ley que He dado y que mantengo? Quise, pude y lo hice porque así convenía. He dado eficacia divina y He puesto cambio en las leyes humanas para formar la humanidad especialísima que no habría tenido nada que no sea relacionado directamente con la Divinidad. ¿A quién ha fastidiado la Virginidad de Mi Madre?

He querido anteponer esta afirmación de la Virginidad de María a pasajes de Mi vida, porque todo hijo digno defiende a su madre de los ataques que le hacen los que no la comprenden y todo hijo bueno siente que debe mucho de sí a su madre. Defiendo a Mi Madre con el poder que He tenido en el Cielo y en la tierra y no tardo en abatir a quienes la ofenden. Abatir con la gracia o con la justicia.

Mi Madre, ¡Qué bella era, en Su esplendor virginal, cuando Me llevaba en su seno, nutriéndome con Su sangre! ¡Cuán delicada cuando ocultamente adoraba y se humillaba sabiendo que tenía en Sí misma a Su Creador.

Hablaba Conmigo íntimamente, Me sujetaba a Sí, mientras Yo dependía de Ella; Me nutría mientras Yo nutría Su alma. Ella Me gobernaba a Mí, que gobierno el universo y desde entonces, todas las cosas que le He dado, han pasado a Sus manos como Su propiedad.

Ustedes saben, hijos Míos, que entre todos fue colocada a Mi diestra. Sin embargo, ¿quién creería que cuando Yo crecía en Ella le fueron reservadas ásperas críticas y amargas perversidades?

El mundo es lo que es y la Madre de Dios era incomprendida. Yo no callaba si alguno se permitía ofenderla; a cada palabra irrespetuosa, Mi alabanza prorrumpía cálida, afectuosa, clara, de Mi pequeño Corazón, entonces en formación.

Comenzó Mi vida oculta en la relación filial que mediaba entre ambos; porque si vine por todos ustedes, oh hombres, más todavía vine por María, a quien amo por encima de toda criatura. Debía ocuparme de ustedes, pero antes de Mi Madre. Ciertamente por diferentes motivos, pero siempre con la predilección que He tenido por Ella.

¡Cuánto quisieran saber ustedes acerca del tiempo que pasé en Su seno como un cuerpito que se formaba, especialmente en las relaciones con la Divinidad de Mi Padre y la Maternidad de Ella… Yo mismo: verbo hecho Hombre les contaré algunas.

Gabriel trajo a María el anuncio que saben. Ella aceptó y por eso inmediatamente tomé forma en Su seno virginal. El primer movimiento de vida que tuve, en cuanto hombre, fue en el instante en el que Ella dijo “fíat”.

Pequeños Míos, contemplen la grandeza inigualable de Mi Madre. Criatura frágil en sí misma, pobre e impotente: Pronuncia una palabra, expresa Su voluntad y con Su “fíat”, Me trae al mundo a Mí, el Cristo esperado, el Hijo del Padre, hecho criatura humana.

Mi Madre no creó con Su “fíat” pero Su voluntad unida a Mi Omnipotencia, lleva a cabo un acto creativo que es superior a la Creación del mundo y de cuanto en él se contiene.

Yo hice el sol, los astros, los cielos, la tierra, el agua, las plantas, pero todo esto perecerá en el caos final. María Ha sido llamada a participar en Mi acto creativo con el cual Me hice a Mí mismo Hombre. Acto de infinito poder, acto en el cual Mi Madre obró y quiso obrar a semejanza Mía, que creó de la nada.

Y así fue, María, Madre solitaria, Madre sin concurso de hombre, movida por Mí, quiso libremente que Yo naciese en Ella. Por eso Su acto es el más semejante a Mis actos, porque Yo creo siempre en Mí mismo, porque nada de lo que hago sale fuera de Mí. Así fue en María que tuvo la omnipotencia participada, que prestó, que donó Su humanidad a Mi Divinidad.

Heme aquí Hombre entre los hombres. Criatura entre las criaturas, Hijo entre los hijos de los hombres, pero permaneciendo Hijo Eterno del Padre: En un principio, cuerpo informe, luego gradualmente pequeño niño, hasta la completa manifestación de Hombre, en el cual se posaba toda la complacencia del Padre.

Entonces, era natural que, apenas tuve una palpitación de vida, todo lo refiriera a Aquel de quien descendí y al Cual debía el homenaje y el amor de Hijo consustancial a Él. Por lo tanto, Mi primer acto humano, mientras todavía estaba oculto en el seno de María, fue de humildad, acto en el cual no estuve solo, sino unido a Mi Madre que, a partir de entonces, participó de manera inmediata en todos Mis actos.

Me sometí todo Yo al Padre y le di el completo dominio sobre Mí, hecho Hombre. En seguida le confirmé el amor que Nos unía en relación de la Divinidad común. Él estuvo satisfecho por sí mismo y por los hombres, a quienes Yo representaba.

Hijos Míos, deben saber que este primer acto de sumisión y amor al Padre, fue también de reparación por la rebelión de Lucifer y sus secuaces y también por las rebeliones de ustedes, por lo cual, en aquel instante, los espíritus rebeldes del infierno se retorcieron de rabia y furor, tratando inmediatamente de vengarse de Mi Madre. ¡Infames criaturas que solamente buscan venganza!

¿Puede el Dios del amor acceder a sus requerimientos? ¿Puede el Dios del perdón conceder al infierno la expresión rebelde de sus voluntades llenas de odio? No puede, apenas lo permite muy limitadamente en comparación con los desenfrenados deseos de los miserables condenados. Pero queda el hecho importante que un Hombre ha reparado las ofensas hechas por esos espíritus rebeldes y esto es gran escarnio para ellos.

Mi misión era, efectivamente, antes que redimir a los hombres, la de devolver el equilibrio en la creación universal. Equilibrio que había sido roto por Lucifer.  Pero Yo había descendido por el Padre, antes que por las criaturas y al Padre Me He encaminado todo Yo, sin perder de vista al hombre y al Ángel rebelde.

Así, al anuncio de Gabriel, el cielo pidió a una Mujer el asentimiento para obrar los fines preestablecidos, de modo que esta Mujer fue elevada al plano divino, y vino a ser parte necesaria, como querida por Mí, en el restablecimiento de todas las cosas que Yo mismo inicié encarándome en Ella.  Aquí está la razón por la cual María está presente en toda manifestación Mía que se relaciona con la Redención. Y si Yo He exaltado así a una Criatura Mía, aquel que se opone a Mi Querer de glorificación de Mi Madre, caerá miserablemente.

Solemnemente les digo que, quien desprecia a Mi Madre y se obstina en ofenderla, perecerá para siempre.  Por eso, Me alegraré siempre de que alaben a la que Me hizo y seré pródigo con quienes la aman y la hacen amar.

Y ahora que les He hablado suficientemente de Mi Madre, de cuyo amor Yo gozo inmensamente, les explicaré el misterio de la sombra protectora del Espíritu Santo sobre Ella, misterio anunciado por Gabriel…

El Padre vive de Su propia vida y Su vida es el conocimiento y el Amor de Sí mismo. En esta vida Suya se encierra Su infinito bien, Su infinito gozo, el poder infinito que le es propio. Deseando participar Su vida, Su bien, el Padre crea, pero el acto está todo en Su Voluntad, es decir, en Su amor que es el Espíritu Santo.

Por todo esto, la protección de Su sombra significa el acto de Amor con el cual el mismo Espíritu Santo Ha obrado, directamente y sin concurso de hombre, Mi encarnación. De manera que el increado se hace creado en virtud de un acto de amor completa y exclusivamente divino, siendo esto conveniente a Mi misma divinidad y se realizó en una criatura que había hecho voto de perpetua virginidad, precisamente porque Mi Querer excluía cualquier intervención humana, aunque requerida en el último momento como simple consentimiento.

La intervención importante del Espíritu Santo en Mi Concepción, debía demostrar que el Hijo, hecho Hombre, es fruto esencialmente divino. Todo hijo es fruto de amor y también Yo Soy fruto del amor infinito de Mi Padre, brotado de la donación total de Mi Purísima Madre.

Esta Mi Humanidad, ahora gloriosa, ascendió a realeza de la paridad con Dios y se convirtió en espejo de la misma Divinidad, ya que el Padre ve en Mi Humanidad Su misma Paternidad; el Hijo, que asumió la Humanidad, ve en Sí mismo la filiación increada y la creada; el Espíritu, luego, goza infinitamente reflejándose en Mí como Hombre, en cuanto que se complace en el fruto de Su mismo amor.

En la Trinidad, Nosotros vivimos en Unidad y Nos reflejamos en Mi Humanidad sublimada en la triple relación con la Divinidad, por la cual el Trino se reencuentra en el único Hombre que fue concebido, nació, vivió, murió y resucitó para glorificar siempre a Mi Padre, la Luz y el Amor Mío…

Cuando hablo de Mi Madre el campo es inmenso, Mi afecto inconmensurable; pero si hablo de mi Padre, de Mí mismo, Verbo y del Amor infinito, entonces el campo de verdad es infinito y como el campo materno, para Mí, es indivisible del amor divino, por estar eternamente asociados el uno al otro; fácilmente pueden creer que en Mí, Hombre, se Ha obrado el más grande prodigio de amor; el amor infinito, unido, ligado a un amor de Hombre, sobrenatural y también humano, cuya intensidad supera el conocimiento de los más excelsos Serafines. Todo esto He querido decirles para dar una idea de los sentimientos del pequeño que iba a nacer: Yo. Tal vez piensen muchas veces en Mí y en Mi Madre con ternura, sin alzar su mirada a la realeza, a la nobleza, a la divinidad de Mis sentimientos de Hombre y de los de María.

Verdaderamente es indecible todo lo que pasó en Mi Espíritu cuando vine al mundo; pero sobre los indicios de lo que hasta ahora les He dicho y con la luz que les daré, pueden formarse una idea sustancial de Mí y de Mi Madre, quien participaba y participa de modo directo e inmediato de todo lo que es Mío…

Y ahora, a ustedes, que han dejado todo por estar Conmigo, voy a relatarles algunos pensamientos que mediaron entre Mí y mi Padre. Estas fueron Mis primeras palabras de Hombre que le dije apenas creado: ” Padre, Te adoro en la verdad, en la bondad, en el Amor, en esta Criatura que Me alberga. Padre, Te bendigo en la luz, en la caridad, en el mundo, sobre los espíritus rebeldes, por los espíritus que esperan. Padre, Te amo por Ti mismo, en Mí, en el Amor; por María, por los hombres, por los malos, por los que Me esperan en el Limbo, por los espíritus bienaventurados; en la luz, en el Amor eternamente.

Soy Tuyo y por siempre, nada nunca Te desagradará en Mí, como todo Me agradará en Ti. Quiero Mi actual ocultamiento para el conocimiento que deberán tener de Mí los hombres, especialmente en el Calvario. Oculto o conocido, amado o despreciado, siempre Te amaré: en la luz, en la paz, en el Espíritu…”

Hijos, estos Mis primeros pensamientos de Hombre constituyen el primer puente de unión tendido desde la humanidad perdida hacia la Divinidad ofendida, pero amante de todas las criaturas… Fui puesto en el mundo cuando el hombre creía igualarse a Dios, pero lo hice ocultamente, para reparar la soberbia y el desorden. Me hice carne para levantar los espíritus, Me abajé para exaltarlos.

Oh, hombres, oh jóvenes, ¿por qué se detienen, por qué no creen, por qué Me combaten? Los He hecho nobles, pero ustedes Me querrían deshonrar, Me querrían olvidar. Me He sometido a ustedes, de tantas maneras, para hacerme apreciar, para hacerme creer, para hacerles el bien que Yo sólo sé hacer. ¿Por qué entonces no se deciden? ¿Tal vez encontrarán otro Dios que los contente?… Son siglos que tratan de construirse un Dios y siempre se engañan, porque el único y verdadero Soy Yo. Yo, pequeño niño, escondido en el seno de una Virgen.

Si se unen a Mí, podrán elevarse en el Reino que más desean: el del Amor. Si les interesa la gloria, les digo que Yo Soy la esencia de la Gloria; si les interesa la riqueza, recuerden que Yo tengo todo y todo será de ustedes; si les interesa el saber, ¡oh!, entonces no olviden que Yo Soy la Sabiduría infinita y que ustedes podrán llegar a ser faros de luz, soles de belleza. Pero es el amor lo que los atrae; es el amor lo que los atormenta: vengan, entonces, vengan a este Dios Niño que los introduce en el infinito Amor.

Muchos siglos antes de Mi venida al mundo, otro niño, que Me simbolizaba, fue abandonado en las aguas del Nilo, que lo transportaron recostado en una canastilla: Moisés, el salvado de las aguas, era el enviado de Dios y llegaba solo entre gente desconocida. Así también llegué solo al mundo, entre gente que no Me conocía, para revelar en Mí la Divinidad y hacer apreciar Su bondad.

Los judíos hubieran querido que el liberador del Cielo, el prometido de Abraham, el hijo de David, fuese un caudillo humano. Estaban cegados por la materia y cambiaban el tiempo por la eternidad, la cual en nada se parece al tiempo, como las rudas cabezas de Mis coterráneos codiciaban.

Todo lo sabía y desde Mi concepción Me preparaba, como Hombre, a vencer la resistencia de los judíos. Por estos motivos, las primeras oraciones que dirigí al Padre fueron en pro del pueblo escogido.

Cuando tenía pocos meses de vida en el seno de Mi Madre, José fue elegido para custodio de María y Mío y fue entonces cuando la Virgen Madre se dirigió a la casa de Su esposo, quien ya estaba en conocimiento del origen divino de la Maternidad de su esposa. Este hecho, Me dio ocasión de hacer hablar a Mi Madre para elogiar a José. Escogido entre miles, José representaba la tradición judía entendida en el mejor sentido. Fue sencillo y fiel a Dios y ayudaba con alegría a Su esposa en una maravillosa entrega.

Yo mismo los guiaba invisiblemente por los senderos del Amor divino, en el cual debía sobresalir como estrella de primera magnitud. Fue un gran disgusto para él saber que Mi Madre estaba encinta antes del matrimonio, pero, ayudado por Mí, sobre la palabra del Ángel, creyó y pasó de la pena a la más inesperada alegría.

Ser padre antes de tiempo fue motivo de comentarios más o menos falaces, especialmente por la encantadora joven con la que se había desposado. Sepan, hijos Míos, que cada día José y María Me agradecían cordialmente el haber permitido las injustas críticas que se hacían contra Sus personas y de esto Yo gozaba inmensamente.

Una noche quise premiar Su amor por Mí. Hice que se apareciera en sueños a los dos, un chiquito, descalzo y andrajoso que golpeaba a la puerta de su pequeña casita. Fue a abrir María y Me preguntó de quién era hijo. Le respondí que Mi Padre estaba lejos y que Mi Madre no podía tenerme en su casa porque debía ir a buscar la más bella rosa del mundo y el más hermoso lirio. Les dije que no habiéndolos encontrado todavía, esperaba que los dos Me dieran alguna buena idea o consejo. Sonrieron los esposos y Me abrazaron, primero María, después José, pero Yo rápidamente salí de la casa dejándolos asombrados. Al despertar por la mañana, notaron un perfume intenso de rosas y de lirios. Se contaron recíprocamente el sueño que habían tenido.

De esta y otras muchas maneras, unía cada vez más Sus espíritus, hasta formar de los dos un sólo amor, todo orientado a Mí.

En aquel tiempo de Mi total ocultamiento, quise actuar también en otros corazones y preparar el tiempo de Mi venida al mundo. Igual que el botón de rosa que antes de abrirse a los rayos del sol ya contiene en sí todo su perfume, Mi Humanidad estaba casi lista a difundir entre los hombres el perfume celestial de la vida divina; pero como la rosa extrae de la tierra los humores que necesita, así Yo obtenía de Mi Padre la fuerza y la vida que Me harían único entre los hombres. Por tanto, Mi pequeño ocultamiento en María no fue una espera inútil para Mi Espíritu.

Faltando ya poco tiempo para Mi nacimiento, dije al Padre: “Naceré como Hombre para alegría Tuya, a fin de que se cumpla Tu Querer. Apareceré pequeño para que aparezca grande Tu Nombre que Yo debo santificar en el mundo. Daré a los hombres el poder de hacer de Mí lo que quieran; pero Tú, Padre, haz que venga a ellos Tu Reino. Ellos harán su voluntad, mientras Yo haré la Tuya, como en el Cielo.

Da a José y a María el pan de cada día por Mi amor y perdona a los que los escarnecen. Soy Hombre y deberé combatir con Tu enemigo: desde ahora Te Estoy agradecido por el poder que Me Has dado sobre él. Padre, en el mundo encontraré miserias; las miserias por las cuales Me Has enviado. Como Dios las venceré, como Hombre las soportaré, como Dios y Hombre las curaré. Desde ahora Te ruego por los que Me han de seguir. Sean salvados y Yo los salvaré. Te bendigo, oh, Padre, siempre Te bendeciré: en la luz en la vida, eternamente…”

Cierto pero incomprensible es el misterio de Mi nacimiento. A todos los fieles que viven verdaderamente de Mí, les doy gran afecto en Mi Nacimiento, porque siendo el inicio de la Redención de muchos – ojalá y fuera de todos- es necesario que se le dé muchísima importancia.

Aún voy a aclararles más sobre este misterio de cómo Yo pude haberme unido a una humanidad que, niña o adulta, es siempre una criatura Mía, es decir algo más que nada.

El misterio, entonces, es la unión personal Mía, como Verbo eterno, con la Humanidad que asumí. Los Teólogos lo llaman unión hipostática, es decir, la unión de dos naturalezas en una sola persona.  Les voy a dar un ejemplo más sencillo. Los expertos agricultores y jardineros hacen injertos, ¿verdad? Pues bien, el injerto es la unión de dos criaturas, con el fin de que se produzca una nueva criatura que tenga algunas propiedades en común con la primera y la segunda, de modo que la primera recibe una vida extraña a ella. Pero inclusive el injerto no es suficiente demostración de la unión hipostática, porque en el injerto material se trata de dos criaturas, mientras que, en Mí, Dios y Hombre, se trata de una sola criatura y de su Creador.

Además de esto, la Humanidad que Yo asumí, de por sí, no habría tenido ninguna necesidad de unión alguna sino de la natural Conmigo mismo, Creador, en cuanto que la Humanidad Mía es perfecta aun sin la unión con el Verbo, perfecta en el Espíritu, perfecta en el Cuerpo.

Voy a darles otro ejemplo que sirva para aclarar sus oscuridades acerca de Mi unión hipostática.

En el Cielo que está encima de ustedes, existen cuerpos que circulan atraídos por uno u otro planeta. Cuando la atracción se hace inminente e irresistible, el cuerpo que vaga en el espacio va a unirse con el planeta que lo atrae y así vienen a ser un solo cuerpo, con un sólo movimiento, una sola vida, considerando que la vitalidad del asteroide queda absorbida en la del planeta que lo atrajo. También Yo He unido Mi Cuerpo a Mi Divinidad y He insertado el primero en la vida y en el movimiento que Me son propios como Creador y Glorificador, aunque permaneciendo completamente Hombre.

Considerando, además, las inmensas fuerzas, que He puesto en el centro de su planeta, encontrarán otra cosa apta para esclarecerlos. Ya saben que en el centro de la tierra hay fuego, agua y minerales. Encima, en la costra terrestre, en cambio, tienen otras criaturas que no podrían vivir en otro lugar.  Pues bien, sabiendo que ya sea en el subsuelo, ya sobre la costra terrestre, la vida de cada criatura procede simultáneamente, pueden fácilmente pensar, cómo Yo, tomando su humanidad, He hecho algo invisible, inconcebible pero real, como el fuego eterno de la tierra, el cual arde incesantemente y al mismo tiempo, por ejemplo, que los glaciares que existen sean bajo la tierra o sobre ella. Dos criaturas opuestas, fuego y hielo, viven cada una su propia vida, pero ambas en un sólo organismo: la tierra. Y no piensen que sus vidas están del todo separadas porque el hielo existe en cuanto existía, al principio; el fuego es sólo fuego.

Es claro que el fuego interno de la tierra no alimenta la vida del hielo, pero el hecho es que, si no existía antes el fuego, ahora no existiría el hielo y, por tanto, el agua. Por eso el agua depende del fuego y esto es la vida de todo el universo creado. En Mí, Dios y Hombre al mismo tiempo, está el fuego y el hielo, está el Creador y la criatura, pero ésta vive en virtud del principio creador y está informada de la misma vida de Mi Ser, de modo que Mi Humanidad en la tierra fue un velo movido continuamente por la presencia de Mi Divinidad.

Hice al hombre a Mi imagen y semejanza y He hecho un Hombre que no es sólo imagen, sino que es Yo mismo. Por eso obro en Mi Humanidad con la Omnipotencia, la perfección y la bondad que Me son propias en cuanto a Dios.  Si quienes ponen en duda la Virginidad de Mi Madre pudiesen poner la mirada en la sublimidad de Mi naturaleza divina y humana, indisolublemente unidas en una sola Persona, dejarían de dudar y encontrarían que Su Virginidad no sólo conviene a Mí y a Ella, sino que es absolutamente complementaria ante la grandeza de Mi unión hipostática. En el Cielo sabrán mucho más de todo esto…

Ahora crean y aun pierdan la cabeza contemplando el misterio de Omnipotencia de Mi unión hipostática que ha servido de tropiezo a Lucifer y los suyos.  Llegado Mi tiempo, quise nacer en Belén y predispuse a Roma para el censo. Fue un símbolo con el cual tenía la intención como de reunir a los hombres para dar a muchos la sensación de Mi llegada a ellos. Pero no comprenderían y para despertarlos, ya se movían hacia Jerusalén los Magos que provocarían las investigaciones de los Sacerdotes judíos en las Escrituras. Sin embargo, también estos últimos permanecieron insensibles. Conmigo no estarían sino María y José; en efecto, en Belén Me esperaba la incomprensión para acompañarme hasta la Cruz.

De Mi nacimiento, hijitos, aprendan que para agradar al Padre es necesario en cierto modo morir, como que también en la muerte, si es semejante a la Mía, encontrarán la Vida Eterna. ¿Quién de ustedes quiere nacer muriendo? Nadie lo querría si Yo no interviniese con persuasión y energía. Pero Yo sé cómo hacerlos aceptar lo que no quisieran y no los dejo solos. A cada uno la medida necesaria, a todos Mi comprensión y compasión.

No se asusten de la lucha porque no es eterna y sobre todo porque es necesaria. El hombre que lucha consigo mismo, puede vencer y puede perder, lo esencial es que tenga la última victoria y deben creer que para alcanzarla es necesario comprobar la propia impotencia. Recuerden, luego, que Yo les garantizo amor aun cuando no les parezca que son amados por Mí.

Mírenme oculto en el seno de María. Yo ya hablo de Mí callando, esperando, orando por ustedes al Padre. Yo ya los invito a reflexionar que quise nacer para hacerme conocer con ustedes. ¡Qué alegría para Mí y también para ustedes, si Me aprecian! ¡Qué fuerza recibirán si Me acogen confiados! Piénsenme oculto, pero presente; presente, pero invisible. Después Me apareceré a ustedes, no teman, los consolaré y también les sonreiré.  Almas Mías, amadas, Yo no hablo para Mí sino para ustedes: ¡créanme, los amo! Y no poco, sino infinitamente…

Entre todas las criaturas, la más amante es Mi Madre. Antigua verdad, ésta, para los cristianos, pero para poder entenderla haría falta la luz que Me es propia. Por esta razón es bueno observar a Mi Madre en lo que Ha hecho, Ha dicho y en lo que Ha sufrido. Todos los que la aman, escuchen.

Conocida la noticia del censo, verificó que el viaje a Belén coincidía con la época de Su parto. Primera contrariedad aceptada plenamente por Ella. Profecías y hombres querían que Yo naciese donde Judá plantó sus tiendas. También Yo, como Hombre, pude querer tener origen puramente judío, además de estirpe real. Pero mientras más grande es la confianza del hombre, mayor debe ser la prueba a la que Yo los someto.  Llegados a Belén, los santos esposos no encontraron albergue. Y María, cada vez más abandonada a Mí, se adaptaba a todo. Los reyes y sus madres gozan de las comodidades de los Palacios: el Rey y la Reina del Cielo han gozado de la absoluta pobreza, del albergue improvisado, de la piedad de una jovencita que se preocupó de procurar albergue a Mi Madre en espera de Mí. María no habla: espera, pero en Su espera está toda la seguridad de la Madre del Creador, hecho Hombre, a la cual nada le faltará de lo que es indispensable. José tembló primero, luego se serenó. Ahora el esperado de los siglos podía presentarse al mundo cubierto por Su espléndida vestidura: un pobre que nace en pobres condiciones; lejos del bienestar, humilde hasta el exceso.

María callaba, pero estaba emocionada; Eloé, la mujer que Nos procuró el albergue, estaba encantada mirando la belleza de Mi Madre. José, un poco aparte, tenía el corazón que se le saltaba.  Llegada la hora, María apoyó Su cara en la mano derecha: un instante y el Hijo de Dios se presentó al mundo. ¡Hombres, tengan esperanza! ¡La salvación está entre ustedes! Entre todos, nació el más bello, ¿quién no lo sabe? Sin embargo, de nada valdría ser bellos si no se ama. ¿Pero, puede un niño demostrar que ama? Esto fue posible para Mí, si bien Me escondía bajo el velo de la infancia.  Ve a dormir, gracias Mi niña por tu sacrificio, Yo velo tu sueño.

 

 ORACIONES FINALES:

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO

¡Oh, Jesús! Te reconozco por Rey Universal. Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. Ejerce sobre mí todos tus derechos. Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciado a Satanás, a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia. Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza, y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.

¡Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano! Míranos humildemente postrados delante de tu altar; tuyos somos y tuyos queremos ser; y a fin de vivir más estrechamente unidos a Ti, todos y cada uno espontáneamente nos consagramos en este día a tu Sacratísimo Corazón. Muchos, por desgracia, jamás te han conocido; muchos, despreciado tus mandamientos, te han desechado. ¡Oh Jesús benignísimo!, compadécete de los unos y de los otros, y atráelos a todos a tu Corazón Santísimo.

Señor, sé Rey, no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de Ti, sino también de los pródigos que te han abandonado; haz que vuelvan pronto a la casa paterna porque no perezcan de hambre y de miseria.

Sé Rey de aquellos que, por seducción del error o por espíritu de discordia, viven separados de Ti; devuélvelos al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que en breve se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor.

Concede, ¡oh, Señor!, incolumidad y libertad segura a tu Iglesia; otorga a todos los pueblos la tranquilidad en el orden, haz que del uno al otro confín de la tierra no resuene sino esta voz: ¡Alabado sea el Corazón divino, causa de nuestra salud! A Él entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos. Amén.

CONSAGRACIÓN DE LAS FAMILIAS A LA S.S VIRGEN MARÍA DE GUADALUPE (ORACIÓN DE S.S. JUAN PABLO II)

Oh, Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Oh, Virgen Santa María de Guadalupe!

Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro. Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.

 

Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.

Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.

 

Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena felicidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los Obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.

Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y celosos dispensadores de los misterios de Dios.

 

Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza, con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios. Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias, para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.

 

Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver e El, mediante la confesión de nuestras culpas y pecados en el Sacramento de la Penitencia, que trae sosiego al alma. Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos Sacramentos, que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra. Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal y de odios podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos, Amén.

 

Que Dios nos conceda a todos, por la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, las Gracias que necesitamos para servirle cada día mejor a Él y a nuestros hermanos, a fin de poder llegar un día a compartir su Gloria.

 

¡Muy Feliz Navidad y un próspero y bendecido 2021!

Oración de Adviento

Señora de los brazos vacíos

Señora del Adviento, señora de los brazos vacíos, señora de la preñez evidente y extenuante. Cuánto deseamos que camines con nosotros. Cuánto necesitamos de ti.

Mujer del pueblo que viajas presurosa y alegre a servir a Isabel, a pesar de tu vientre pesado y fatigoso. Entre las dos tejerán esperanzas y sueños.

Señora del Adviento, señora de los brazos vacíos, también nosotros estamos preñados de esperanzas y sueños. Soñamos con que el canto de las aves no vuelva a ser turbado por el ruido de las balas. Soñamos con nuestros niños sin temores, cantando al fruto de tu vientre ya cercano. Soñamos con todos los niños del mundo, durmiendo tranquilos al arrullo de un villancico. Soñamos que nuestros viejos mueren tranquilos y en paz, murmurando una oración. Soñamos con que algún día podremos volver a tener sueños y utopías y esperanzas.

Señora del Adviento, la de los brazos vacíos, visítanos como a tu prima. Monta tu borriquito y ven presurosa. Nuestros corazones son pesebres huecos y fríos donde hace falta que nazca tu hijo. Ven, señora, con tus gritos de parto a calentar nuestros corazones, a seguir tejiendo esperanzas con nosotros, como lo hiciste con Isabel. Solo así, en medio de la noche iluminada por tus brazos, ahora llenos, y por tus pechos que amamantan, podremos volver a soñar…podremos gritar: “¡Es Navidad!”

 

Nos unimos en ORACIÓN:

En REPARACIÓN por las ofensas que se hacen a Dios, en esta fiesta pagana

En veneración de TODOS los Santos y Santas del Cielo

En sufragio por las almas de nuestros  Fieles Difuntos…

Como ves, querid@ ANE-herman@,

TENEMOS MUCHAS RAZONES PARA UNIRNOS A LOS PIES DEL SEÑOR.

Te esperamos HOY

a las 19:00, Hora de Ciudad de México.

20:00 de la Costa Oeste de USA

21:00 Hora de Costa Este de USA y Bolivia

Estamos en tiempo de cambios de horarios,..

POR FAVOR, VERIFICA EL HORARIO DE TU CIUDAD:

19:00 DE CIUDAD DE MÉXICO

Únete a la Adoración con Padre Renzo y los ANE-hermanos, haciendo “click” en este Link:

https://us02web.zoom.us/j/9933072268

TE ESPERAMOS!!!!

 

Sitio de Jericó

Con la Esperanza puesta en el Señor, iniciamos este nuevo Sitio

Como venimos haciendo desde hace más de 10 años, a partir de las 0 horas de este miércoles 7 de Octubre, nos uniremos en un tiempo especial de oración, ayunos, sacrificios y mortificaciones, pidiéndole al Señor que derribe los muros que oprimen a su pueblo.

Le pedimos en primer lugar que, si es su voluntad,  nos libere de esta plaga del COVID-19, que arrastra  consigo la muerte, la pobreza y la necesidad de adaptarnos a una serie de cambios, para los que no estábamos preparados.

Le pediremos también que libere a la humanidad de las ideologías que pretenden imponerse, mansillando la libertad y la dignidad de los hijos de Dios, oprimiendo y esclavizando a los seres humanos.

Organizados por comunidad, ofreceremos al menos una hora de cada uno de estos 7 días, para pedir al Señor que derribe las murallas de la indiferencia, de la comodidad y de la desesperanza.

Cada participante, rezará diariamente el Santo Rosario, en lo posible, participará de la LA SANTA MISA , la LITURGIA DE LAS HORAS , la LECTIO DIVINA, que enviaremos diariamente por nuestra App y otras oraciones, junto a ayunos y mortificaciones ofrecidas voluntariamente al Señor por estas intenciones.

Son muchas cosas más las que le pediremos al Señor, por intercesión de María, junto a su bendición

CON LA FUERZA Y EL PODER DE DIOS, SEREMOS CAPACES DE TENER UN MEJOR FUTURO.

Haz clic AQUÍ, para ver o bajar las intenciones de este Sitio

Descarga AQUÍ la Guía Completa del Sitio

Curso sobre el CATOLICISMO

Un curso excepcional que comienza este MIÉRCOLES 23, para que TODOS los hermanos en el Apostolado podamos CONOCER, VALORAR y AMAR más y mejor a nuestra Iglesia.

INSCRÍBETE AHORA, HACIENDO “CLICK” AQUÍ

Y por favor, AYÚDANOS promoviendo la inscripción a este curso

ENTRE TODOS LOS INTEGRANTES DE TU CASITA DE ORACIÓN

Amar, verdaderamente, es COMPARTIR

 

El curso dura 10 semanas, y con la bendición de Dios se impartirá todos los miércoles, a las  19:00, hora de El Salvador.

20:00, hora de Ciudad de México, Colombia, Costa Oeste de USA. y Perú. 21:00, hora de Bolivia y la Costa Este de USA.

22:00de Argentina, Brasil y Chile

Casita de Oración virtual

 

Apostolado de la Nueva Evangelización 

Desde este martes 18, y por 4 semanas seguidas, con la bendición de Dios, tendremos reuniones virtuales abiertas, a las que queremos invitar a TODOS los que estén interesados en participar de nuestra espiritualidad y carismas.

La invitación va dirigida ESPECIALMENTE a quienes estén interesados en abrir una o más casitas de oración, a quienes hace tiempo tienen el deseo de hacerlo, pero no se habían dado las condiciones hasta ahora.

Utilizaremos la plataforma Zoom, y podrás acceder a través de la siguiente liga:

https://us02web.zoom.us/j/9933072268

Consideramos importante dejar en claro, desde el principio, que somos católicos, es decir: eucarísticos y marianos, por lo que nuestras oraciones fundamentales son, en general, la Santa Misa y el Santo Rosario.

En nuestras casitas rezamos siempre el Rosario meditado.

La cita será a las:

19:00, hora de El Salvador

20:00, hora de Ciudad de México, Costa Oeste de USA, Perú y Colombia.

21:00, hora de Bolivia y Costa Este de los Estados Unidos.

22:00, hora de Argentina, Brasil y Chile.

Calcula la hora en tu país y promueve esta casita virtual entre tus conocidos

 Te esperamos

Segundo Curso de Formación “on line” del ANE: La Misa

Queridos ANE-Hermanos:

Queremos invitarles a participar del curso que el miércoles 5 de agosto empezamos conforme a nuestro programa de formación, a las 8 pm, hora de la Ciudad de México, Colombia, Perú y Oeste de USA – 9:00 PM hora de Bolivia y Costa Este de USA. 7:00 PM El Salvador – 10:00 PM hora de Argentina y Brasil.

Una Caminata Bíblica a través de la Misa:

Este programa de cinco sesiones lleva a los participantes por un recorrido emocionante a través de la Liturgia. Explora las raíces bíblicas de las oraciones, las palabras y los gestos que usamos en la Misa y explica su profundo significado.

Tal vez por primera vez, entiendas, de acuerdo con las Escrituras, por qué decimos lo que decimos y hacemos lo que hacemos cada vez que participamos en la Santa Misa.

Las palabras y los gestos serán vistos a través de una nueva luz, que dará vida nueva a tu experiencia litúrgica.

– Aprenderás los antecedentes bíblicos de las palabras, oraciones, y los gestos de la Liturgia.

– Descubrirás cómo la Misa representa (hace presente) verdaderamente el sacrificio redentor de Cristo en la Cruz.

– Explorarás los tres aspectos clave de la Misa: El Sacrificio, la Presencia Real y la Sagrada Comunión.

– Adquirirás conocimientos muy útiles, para poder aprovechar al máximo cada Misa ¡y mucho más…!

Contaremos nuevamente con la presencia de nuestro Padre Fundador, P. Renzo Sessolo, y el equipo de Formación del ANE.

Puedes inscribirte AHORA haciendo “click” en el siguiente enlace:

https://iqbusiness.dotcompal.co/Curso-de-la-MIsa

Al igual que en el Curso de la Virgen María, utilizaremos la plataforma de Zoom para nuestras sesiones. El enlace para conectarte es el siguiente:

https://us02web.zoom.us/j/9933072268

Te esperamos con verdadero cariño en el Señor: Equipo de Formación del ANE

Casita de Oración de Niños

En este espacio compartiremos las Catequesis semanales para niños, elaboradas por las hermanas del Instituto Stella Maris, Misioneras del Corazón Eucarístico de Jesús

Semana del 20 al 26 de Septiembre-2020

Semana del 6 al 12 de Septiembre-2020

Semana del 30 de agosto al 5 de septiembre-2020

Semana del 23 al 29 de agosto-2020

Semana del 16 al 22 de agosto-2020

Semana del 9 al 15 de agosto-2020

Semana del 2 al 8 de agosto-2020

Semana del 26 de julio al 1° de agosto-2020

Semana del 19 al 25 de julio-2020

 

Virgen del Carmen (16 de julio)

La Virgen del Carmen y el Escapulario

Por: Cecilia Oporto

Hoy, 16 de julio, celebramos a nuestra Santísima Madre del Monte Carmelo, otra de las advocaciones de la Virgen María, que ha querido hacerse presente para recordarnos que, aquel que tenga fe verdadera y que ore con el corazón, recibirá gracias y bendiciones.

Por medio de su amor y de su compañía, ella nos recuerda que, de su mano, llegaremos a Jesús.

San Simón Stock

San Simón Stock, “el amado de María”, llamado así por el gran amor que le tenía, fue uno de esos hijos que recibió la especial mirada de la Virgen María, cuando estaba viviendo momentos críticos; esto sucedió en Camdridge, Inglaterra.

La historia nos cuenta que al finalizar las Cruzadas (guerras que tenían como objetivo recuperar la región de Tierra Santa, para la cristiandad) la Orden de Los Carmelitas atravesaba grandes dificultades, al punto de creer que les quedaba poco tiempo de vida. En consecuencia, la aflicción de su Superior se había convertido en una catarata de plegarias, en pedidos de protección a la Madre de Dios, para que interviniera, a fin de que resguardara y diera su amparo a sus hermanos.

San Simón Stock imploraba diariamente la maternal protección con estas palabras: “Flor del Carmelo, Viña florida, Esplendor del Cielo, Virgen fecunda y singular, ¡Oh! Madre tierna, intacta de hombre, a los Carmelitas proteja tu nombre, Estrella del mar”.

Un domingo 16 de julio de 1251, las súplicas del devoto Carmelita fueron escuchadas, y la Virgen María hizo su aparición, rodeada de ángeles, para hacerle saber que no estaba solo, y como regalo le dejaba un Escapulario, dirigiéndose a él, dijo: “Toma, amado hijo, este Escapulario de tu Orden, como símbolo de mi confraternidad y especial signo de gracia para ti y todos los Carmelitas. Quienquiera que muera con esta prenda, no sufrirá el fuego eterno. Es el signo de salvación, defensor en los peligros, prenda de la paz y de esta alianza.” Una vez concluida la aparición, san Simón le dictó a fray Peter Swanyngton, su secretario y confesor, las palabras pronunciadas por la Virgen.

Papa Juan XXII

Después de 71 años, la Virgen María se apareció nuevamente en 1322 en Avignon, Francia, vistiendo nuevamente el hábito carmelita. Esta vez fue al papa Juan XXII, para revelarle la Indulgencia Sabatina (sábado, día que la Iglesia ha dedicado a la Virgen) : “Yo, Madre de misericordia, libraré del purgatorio y llevaré al cielo, el sábado después de su muerte, a cuantos hubiesen vestido mi Escapulario”. En atención a esta promesa de la Virgen, el Papa, promulgó la Bula Sabatina el 3 de marzo del mismo año.

Papa Paulo V

Mucho después, en enero de 1613 el papa Paulo V declaró: “El sábado siguiente a la muerte de los cofrades carmelitas, o como lo interpreta la Iglesia, cuanto antes, pero especialmente el sábado, la Virgen del Carmen, con cariño maternal, los libra del purgatorio y los introduce en el Paraíso” y expidió este decreto: “Permítase a los Padres Carmelitas predicar que el pueblo cristiano puede piadosamente creer que la Bienaventurada Virgen María con sus intercesiones continuas, piadosos sufragios, méritos y especial protección, ayudará después de la muerte, principalmente el sábado, día dedicado a ella, a las almas de sus cofrades que llevaren el hábito carmelitano”.

Papa Pío XII

En 1950, el papa Pío XII confirmó la Indulgencia Sabatina: “Ciertamente, la piadosa Madre no dejará de hacer que los hijos que expían en el Purgatorio sus culpas, alcancen lo antes posible la patria celestial por su intercesión, según el llamado privilegio sabatino, que la tradición nos ha transmitido”. Puntualizó diciendo que: “no se trata de un asunto de poca importancia, sino de la consecución de la vida eterna en virtud de la promesa hecha, según la tradición, por la Santísima Virgen. Es ciertamente el santo escapulario una vestimenta mariana, prenda y señal de protección de la Madre de Dios”, y advirtió sobre el uso digno que debemos hacer de él: “No piensen los que visten esta vestimenta que podrán conseguir la salvación eterna abandonándose a la pereza y a la desidia espiritual.”

Posteriormente, otros Papas y Santos alertarán, al igual que el papa Pío XII, acerca de no abusar de la promesa de nuestra Madre, dando por hecho de que el uso del Escapulario, evade la conversión o la simplifica. No podemos usarlo como un ancla de salvación, mejor será corregir nuestras faltas, tratar de vivir en gracia y así vestir el Escapulario con honor.

El Escapulario del latín “scapulae” que significa “hombros”, y que es de donde éste cae, está reconocido como un sacramental, que nos sirve para motivarnos a una vida de mayor santidad, más devota y penitente. Al ser un “vehículo,” el sacramental, no nos brinda las gracias por sí mismo, sino que las gracias que recibimos van a ser fruto de nuestra santidad, gracias a nuestro creciente amor a Dios.

Este sacramental, es un signo de amor y protección maternal de María y de su llamado a una vida más pura: “La Santa Madre Iglesia instituyó, además, los sacramentales. Estos son signos sagrados creados según el modelo de los sacramentos, por medio de los cuales se significan efectos, sobre todo de carácter espiritual, obtenidos por la intercesión de la Iglesia. Por ellos, los hombres se disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las diversas circunstancias de la vida” (capítulo III, número 60 de la Constitución sobre la Sagrada Liturgia del Concilio Vaticano II)

El primer Escapulario debe ser bendecido e impuesto una vez en la vida por un sacerdote que pronuncia la fórmula: “Recibe este hábito bendito, suplicando a la Santísima Virgen que, por sus méritos, lo lleves sin mancha, te defienda contra todas las adversidades y te conduzca a la vida eterna”. A partir de ese momento se empieza a formar parte de esta Orden mariana y a vivir en un gran amor por la Virgen santa.

Aunque el Escapulario fue dado a los Carmelitas, muchos laicos devotos, con el deseo de vivir la espiritualidad carmelita, fueron sumándose y de esta manera se formó la cofradía del Escapulario. En la actualidad esta devoción tiene muchos fieles, quienes por medio de este poderoso sacramental, confían en la promesa de María Santísima.

Escapulario Carmelita para laicos

El Escapulario de Nuestra Señora, la Virgen del Carmen, está hecho de una parte del hábito de los Carmelitas y es una réplica en miniatura del mismo. Consta de dos piezas de tela café, unidas con dos cintas y que se utiliza debajo de la ropa. Una pieza debe colgar por delante y la otra por detrás.

Junto al Rosario y la Medalla Milagrosa, el Escapulario es considerado uno de los sacramentales más importantes.

3 significados del Escapulario:

1.- El amor y la protección de María. El signo es una tela o manto pequeño. Vemos a María amorosa con su niño Jesús, a quien envuelve y arrulla con su manto al nacer. Le da calor, le da seguridad. Así mismo se muestra con cada uno de nosotros, tierna y dulce, protectora y delicada. Nos envuelve en su regazo, nos enseña a amar a su Hijo con una sonrisa.

2.- Le pertenecemos a Ella. Somos sus hijos escogidos. El Escapulario se convierte en un símbolo de consagración a María. Reconocemos su misión maternal sobre nosotros y aceptamos su guía en nuestras vidas. Ella es fuente de amor, nos moldea, nos abraza y nos invita, de manera delicada a dar frutos para edificar el Reino de su amado Hijo Jesucristo.

3.- El suave yugo de Cristo: “Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mi, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana” (Mt. 11, 29-30) El Escapulario significa ese yugo que Jesús nos invita a cargar y que María nos ayuda llevar.

En la actualidad, el Escapulario de la Virgen del Carmen se ha propagado extensamente en el catolicismo. Pero debemos recordar que portarlo, significa un compromiso de vida, que al vestirlo, aceptamos el deseo y el propósito, sumado al esfuerzo diario, de ser mejores. No sólo a Dios, no sólo al Ángel, a nosotros también, María nos da su “Sí” en todo momento: Sí, te acompaño, sí te ayudo, sí, te enseño, sí te recuerdo, sí te consiento, sí te protejo, y una larga lista de Sís que siguen en la misma línea. Aprovechemos sus múltiples manifestaciones de amor y correspondamos con nuestras vidas de servicio.

Usar el Escapulario es una respuesta de amor a la Madre que vino a darnos un regalo de misericordia. Debemos usarlos como un recordatorio de que queremos imitarla y seguir sus  pasos y ejemplo, para vivir en la gracia de Dios.

ORACIÓN

¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste tu bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con tu poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con tu sabiduría, aumenta en mí la fe, la esperanza y la caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de tu divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera con tu amabilísima presencia, y preséntame a la augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.

ACCIÓN DE GRACIAS Y OFRECIMIENTO

¡Oh Virgen Santa del Carmen! Jamás podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu santo Escapulario. Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido, agradecimiento y, ya que nada te podemos dar que sea digno de Ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su amor, y toda nuestra vida, que queremos emplear en el amor y servicio de tu Hijo, Señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la fe, con los cuales la divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan tu gran don, vistiendo el santo Escapulario, y que todos podamos vivir y morir en tu amor y devoción. Amen.

 

ORACIÓN PARA ALCANZAR SU AMOR

¡Oh Virgen del Carmen, María Santísima! Tú eres la criatura más noble, la más sublime, la más pura, más bella y más santa de todas. ¡Oh, si todos te conocieran, Señora y Madre mía, si todos te amaran como Tú lo mereces! Pero me consuelo porque tantas almas dichosas en el Cielo y en la tierra viven enamoradas de tubondad y belleza. Y me alegro más porque Dios te ama a Ti sola más que a todos los hombres y ángeles juntos. Reina mía amabilísima, yo, miserable pecador, también te amo, pero te amo poco en comparación de lo que Tú mereces; quiero, pues, un amor más grande y tierno hacia Ti, y esto Tú me lo vas a alcanzar, ya que amarte a Ti y llevar tu Santo Escapulario es una señal de predestinación a la gloria, y una gracia que Dios no concede sino a los que eficazmente quiere salvar. Tú, pues, que todo lo alcanzas de Dios, consígueme esta gracia: que mi corazón arda en tu amor, conforme al afecto que Tú me muestras; que te ame como verdadero hijo, ya que Tú me amas con el amor más tierno de Madre, para que, uniéndome contigo por el amor aquí en la tierra, no me separe de Ti después en la eternidad. Amén.

 

ORACIÓN A LA BEATÍSIMA VIRGEN DEL MONTE CARMELO

¡Oh piadosísima Virgen! Tú, que nueve siglos antes de existir fuiste vista en profecía por el siervo de Dios nuestro Padre San Elías, y venerada por sus hijos allá en el monte Carmelo… Tú, que en carne mortal te dignaste visitarles y les dispensaste celestiales consuelos… Tú, que vigilas siempre por la virtuosa familia que tuvo por Superior a tu estimado hijo San Simón Stock, por Padres y reformadores a la Seráfica Virgen y mística Doctora Santa Teresa de Jesús y al esclarecido y extático San Juan de la Cruz, así como por una de sus dignísimas hijas a la ejemplar Esposa de Jesucristo, Santa María Magdalena de Pazzis, vuestra devotísima sierva… Tú, que engalanasteis a dicha Orden con la estimable prenda del Santo Escapulario.., y, en fin, Tú, que de tantas maneras has demostrado tu cariñoso amor a los carmelitas y sus allegados, recibe benévola mi corazón ardiente de fervoroso entusiasmo hacia la más pura de las criaturas y la más candorosa de las madres. No permitas, Señora, que el león rugiente asuste mi espíritu en el camino de la perfección, y haz que logre arribar a salvamento en la Gloria, como lo has alcanzado de tu Divino Jesús para los que, invocándte con fe e imitando tus virtudes, murieron píamente con tu poderosa enseña. Amén.

Sagrado Corazón de Jesús (Día 26°)

VIGÉSIMO SEXTO Y ÚLTIMO DÍA:

Jesús nos ofrece el refugio de su Corazón para protegernos de todo aquello que nos duela o lastime. Él siempre está dispuesto a entregarnos todo su amor y consuelo, basta que nos acerquemos a Él y le pidamos entrar en su Corazón, que es el que más nos ama. Y aun así, la misericordia del Señor para cada uno de nosotros, aquí en la tierra, es pálida sombra con la que nos tiene reservada para la eternidad.

El Cielo será ese estado donde todos alcanzaremos la perfección, y allí es donde se realizará el ideal más perfecto de la felicidad que pueda imaginarse cualquiera. Ahí es donde encontraremos la verdadera dicha que no es dada a conocer ni remotamente a ningún hombre, porque nuestra capacidad no está facultada para entender a profundidad los misterios de Dios.

Jesús nos ofrece estar dentro de su Corazón. Nos dice que le permitamos ayudarnos a cargar nuestras cargas, y nos ofrece que, estando bajo su protección y unidos a Él, los padecimientos serán muchísimo menores, y los llevaremos con gozo y alegría.

“Vengan a mí los que están cansados, llevando cargas pesadas, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y sus almas encontrarán descanso. Pues mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mateo 11,28-30)

Si pensáramos por un momento, que una gota de esos consuelos derramada en nuestros corazones aliviaría todas nuestras penas, tristezas y angustias, y la presencia del Señor bastaría para, con gozo, sufrir cargando pacientemente la cruz de cada día, ¿Qué será vivir en la eterna bienaventuranza, la felicidad eterna, allí donde no hay más cruces?

Dios, en su creación, ha hecho cosas inmensamente maravillosas, tan maravillosas, que a veces no encontramos las palabras que siquiera se acerquen a la majestad de lo observado. Al hacernos testigos de la belleza de la creación, Dios nos muestra su presencia y su amor por el hombre, y así eleva a su creatura y perfecciona las almas. Si así es en la tierra, imaginemos ¿qué será ver cara a cara a la Suprema Belleza y Perfección? ¿Cómo se sentirá al ser testigos de la infinita belleza y el pleno conocimiento de Aquél de quien viene todo, abiertamente, sin tapujos ni velos?

Jesús nos invita a participar de su vida ya aquí en la tierra. Caminar con Él y vivir con Él. La caminata, seguramente no será del todo fácil. Eso nos lo advierte el Señor cuando nos dice que “el discípulo no puede ser más que el Maestro”; pero una vez más: nos ofrece el Refugio de ese Corazón que tanto nos ama, y nos promete que, cuando la carga se nos haga muy pesada, si vamos a Él, que nos ama y nos conoce, obrará en nuestras vidas ayudándonos a cargar lo que se nos haga muy difícil, dándonos las fuerzas, las herramientas, los dones y talentos para poder salir victoriosos y seguros de que, al momento de ser llamados por el Padre, Él mismo, con su poder y gloria, nos acompañará y nos defenderá con todas las fuerzas de su amantísimo y santísimo corazón.

Jesús nos ofrece, si lo seguimos, una recompensa más allá de nuestros mejores deseos y pensamientos. El Cielo, la Casa de su Padre, donde hay muchas habitaciones, y una de esas es para ti, allí donde la salud existe sin el menor riesgo de enfermedad o molestia alguna; donde la vida es para siempre, eterna, sin tener la presente conciencia de una muerte próxima o lejana; donde la fiesta y el gozo es manifestado por siempre, y el amor entregado sin cansarse y agotarse nunca; un amor perfecto, inmaculado, que impera sin luchas ni sobresaltos y reina en perfecta armonía y paz gloriosa.

Ane-hermanos: El refugio en el Corazón de Jesús, nos ofrece el triunfo definitivo, para el goce de la vida eterna y la victoria sobre el mundo, las pasiones y el demonio, en esta vida terrenal y pasajera. Nos ofrece el deleite de la plenitud del amor en la vida venidera, y el amor imperfecto pero suficiente, para disfrutarlo con pureza de intención, rectitud de conciencia, generosidad y santidad en esta vida. He aquí lo que nuestro Buen Dios, lleno de misericordia y compasión por nosotros, nos ofrece. He aquí lo que Dios nos tiene reservado, si caminamos con Jesús, nos adherimos a su Corazón y permanecemos fieles y perseverantes hasta el fin; confiando, esperando, trabajando y orando como sus queridos Apóstoles de la Nueva Evangelización.

Esperemos entonces esos dones y gracias que, por su providente y misericordioso Corazón nos quiere regalar, para que mediante nuestras buenas obras y el auxilio de su Gracia Santificante, podamos estar seguros de obtener, para Gloria de Dios Padre, bien de nuestros hermanos y nuestra propia salvación, quienes aceptemos HOY su invitación.

¡A Dios sea todo el poder, todas las alabanzas y toda la gloria, por los siglos de los siglos! Amén.

Leamos este mensaje del Arca de la Nueva Alianza, donde Jesús nos explica lo que significa para nosotros estar refugiados en su amante Corazón:

ANA-16 “MI CORAZÓN ES SU REFUGIO”

Amor de Mis dolores, voz de Mi voz… no te canses, no te asombres de la continuidad de estos mensajes… El tiempo termina y deben permitir que Yo sea Todo y que reine en las vidas y en el mundo de Mis hijos.

Hoy llamo a cada uno de Mis hijos por su nombre, vengan a Mí, conságrense y dedíquense por amor a Mi Sagrado Corazón, porque es su verdadero refugio. Aquí Yo les enseñaré a amar según Yo amo. Aquí Yo los consolaré, los confortaré y los aconsejaré. Aquí, en la Hoguera del amor, se purificarán de tal modo que, cuando los llame a Mi casa, Yo mismo los recibiré en el abrazo eterno de la Trinidad.

Si ustedes tuvieran Mi Paz, vendrían como humildes niñitos a entregarme todo ¿No Soy Yo su Dios? ¿No proveeré todo para ustedes en cada circunstancia?  Por eso, que todos Me escuchen y renueven su fervor a Mi devoción. Que cada hogar tenga una imagen de Mi Sagrado Corazón. Yo prometí estar con quien venerase esa imagen a Mi amada Margarita María.

Que todos vengan a Mí, que toda rodilla se doble frente a Dios, entonces el corazón de Mi Madre triunfará, acortando el castigo y mitigando la justicia divina del Padre.  Los hombres no entienden porque el maligno los engaña y no pueden compartir la Gloria, a menos que hayan caminado también Conmigo en el camino de la Cruz.

Hoy He derramado al mundo un torrente de gracias por las oraciones que Me han ofrecido aquellos que están reunidos bajo el manto Inmaculado de Mi Madre. Ella está tanto en sus corazones como en los lugares escogidos donde se muestra. Esta es Mi Misericordia, dada a petición de Mi Madre, para que despierten a su plegaria y abran sus corazones.

Deseo hacer grandes cosas por medio de Mi Iglesia, pero no recibo eco… Todo aquel que camina el camino de la verdad y la luz, será perseguido. Serán calumniados, serán acusados de engaños. Muchos serán sacados de sus comunidades porque las personas que tienen los corazones cerrados a la verdad, quienes la rechazan, verán en ustedes una amenaza.

La justicia será repentina y traerá a Mis fieles sabiduría de lo que ha de cumplirse, porque Mi Voluntad se hará en la tierra.

Las seducciones del mundo influyen muchas veces en el alma recta, por ello deberán buscar la dirección del Espíritu Santo. Mientras se sostengan a Mí, por medio de Mi Cruz, mientras adoren Mi presencia en la Eucaristía, no deben temer nada y sí regocijarse en la providencia de Dios a todo lo creado.

Renuncien, prívense de todo lo que pudiese ocasionarles una alegría excesiva en la tierra.

Devuelvan amor al amor en cada instante y se les dará sabiduría. Crezcan en el silencio interior, allí les hablo a todos Mis hijos. Acérquense a Mi Madre que es la nueva Eva, déjense traer a Mi refugio.

Mismo día

Amada, escondida en Mis Sagradas Heridas, haz llegar Mi Palabra a tus hermanos en fe. Vengan a Mí, los espero con amor infinito. Vengan, no teman. Yo Soy el Salvador del mundo, Yo di Mi vida para que ustedes pudieran tener vida eterna Conmigo.

La herejía se está transformando en catástrofe. Es tremenda la dolorosa realidad del mal que roe al mundo. Hace falta que el hombre comprenda el valor del don de Dios y su eficiencia en las almas. Aquellos que sienten Mi llamado y desean acercarse a Mí, no teman a que los contradigan, puesto que hay muchos lobos disfrazados de ovejas. No teman sus críticas, ellos también son Mis hijos.

Todas Mis señales irán aumentando minuto a minuto; la tierra sufrirá de muchas formas hasta que el trigo y la cizaña se separen.

Sean humildes y así no tendrán que temer ni temblar; oren porque la hora de la gran tristeza llega. ¡Benditos sean aquellos que creen! ¡Benditos sean los que Me buscan y no Me encuentran, debido a la apostasía, división y herejías que hay en la Iglesia! ¡Mi Iglesia!

Estos años no pasarán antes de que tan solo unos pocos Me mantengan en el Santísimo Sacramento, Mi Sacramento de amor. Por eso, prepárense. Den ejemplo, testimonio de vida junto a la Eucaristía, porque en verdad les digo, pronto voy a necesitar de toda su preparación y fidelidad.

Yo Soy su alimento y su luz, no sean tibios, orgullosos, falsos. Aprendan a buscar la ternura de las almas pequeñas.

MEDITACION

Con mucha frecuencia, más de la que pensamos, nuestra fe es débil, sin pasión. Cuando en la calle, en la casa, en la escuela, en el trabajo, con los amigos, familiares o conocidos, es atacada tu fe… ¿Sientes el coraje de defenderla con pasión, sin importarte los respetos humanos? ¿O te quedas dejando que hablen sin mostrarte decidido y firme en lo que crees? Medita sobre si se te dificulta, por falta de conocimiento de tu religión, porque te avergüenza o te falta valor para defenderla. ¿Crees que has pecado de omisión en algunas ocasiones en que has sido tibio (tibia) y eso ha evitado que hagas lo que deberías hacer por el Reino de Dios? Piensa cuáles han sido esas ocasiones y trata de enmendarte de alguna manera, ofreciendo al Señor alguna acción de reparación. Sé generoso con los necesitados y recuerda siempre que “la limosna lava infinidad de pecados” (1Pe 4,8)

Para poder estar dentro del Corazón de Jesús y poder entregar tu ofrenda en el altar con la dignidad que Dios se merece y pide de ti, es necesario que te encuentres libre de cualquier rencor. Si tienes algún asunto pendiente con cualquier hermano; si no has pedido perdón, o no has podido otorgárselo a alguien, medítalo y reflexiona, y ponte ya a solucionarlo…

¿Cuál es el modo particular que me pides de amar a mis enemigos? ¿Qué le falta a mi voluntad para decir sí, o decir no, y no quedarme en medio con tantas excusas? Recuerda que con un acto de fe te vuelves invencible, porque Dios combate por ti y contigo.

1.- Ofreceremos esta Santa Corona, para pedir misericordia al Señor por el mundo entero y perdón por todos los ultrajes y sacrilegios que se cometen en contra de su Divino Corazón, y el Inmaculado Corazón de su Santísima Madre.

2.- Igualmente, lo ofreceremos pidiendo perdón por todos los pecados de omisión que en el mundo entero se cometen en contra de su divina presencia y permanencia en los altares; especialmente en aquellos donde está más abandonado, olvidado y donde hay menos oración.

3.- Por las intenciones y necesidades del Santo Padre. Por la Santa Iglesia Católica, y para que todos seamos un solo rebaño, bajo un solo Pastor. Por todos los sacerdotes e institutos de vida consagrada; para que el Señor, con la efusión de su Espíritu, los ayude a ser cada día mejores y más santos.

4.- Ofreceremos al Señor, durante este mes nuestros sacrificios, de una manera especial por nuestro Apostolado, el Instituto Stella Maris, CRUZNE, TAE y todo lo que en ellos se viene realizando, su presente y su futuro; para que todo sea y vaya con la bendición de Dios y el auxilio de Santa María de Guadalupe, Estrella de la Nueva Evangelización. Por todos sus integrantes, sus necesidades e intenciones particulares.

5.- Pediremos al Señor, por intercesión de Su Santa Madre, y a través de Su Inmaculado Corazón, que nos libre de todo mal espiritual y corporal, que seamos apartados con nuestras familias, lo más posible, de las horas de sufrimiento y de dolor, llegado el momento de la purificación. Y que Su Providencia y bendición nunca nos falten.

6.- Por todos los países donde el ANE existe; para que el Señor los guarde en su Sagrado Corazón, y no permita que el comunismo, la guerra, el ateísmo, la persecución a la Iglesia y las ideas ateas se implanten en ellos, creando miedo, crisis y confusión entre sus habitantes. De una manera muy especial te pedimos, Señor, por Estados Unidos, México, todo Centro y Sudamérica.

MANERA DE REZARLO:

1.- Recitamos (a modo de Credo) una vez, las “Aspiraciones” de San Ignacio:

Alma de Cristo, Santifícame. Cuerpo de Cristo, Sálvame. Sangre de Cristo, Embriágame. Agua del costado de Cristo, Lávame. Pasión de Cristo, Confórtame. Oh mi Buen Jesús. Óyeme. Dentro de Tus Llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del enemigo maligno, defiéndeme. A la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti, para que con los Santos te alabe, por los siglos de los siglos, Amén.

2.- En las cuentas grandes, en vez del Padre Nuestro, decimos:

Jesús, Dulce y humilde de Corazón, haz mi corazón semejante al Tuyo.

3.- En las cuentas pequeñas, en vez de los Aves Marías, se dirá diez veces:

Dulce Corazón de Jesús, se Tú mi amor.

4.- Al final de cada decena, en vez del Gloria, se dirá:

Dulce Corazón de María, sé la salvación del alma mía.

5.- Para Terminar:

Un Padre Nuestro, Un ave María y un Gloria.

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Finalmente, digámosle todos los días:

¡Gracias, Soberano Señor, Padre mío Amoroso! ¡Gracias Sacratísimo Corazón, donde reside el Amor verdadero que me Ama y Salva! ¡Gracias, Espíritu de Amor, que me da vida y me inspira!

En este día, mis ANE-hermanos y yo te honramos y te damos las gracias, Dios Uno y Trino, por todo lo que Tu Inmensa Providencia nos dispensa, sin merecimiento alguno.

Anhelo Señor en este día, darte mi amor y reunirme algún día Contigo en el Cielo, para cantar el gran himno de acción de gracias allí, en unión plena Contigo, que eres Padre, Hijo y Espíritu Santo

Amén